El autor del libro, Cándido Muñoz Cidad, es el profesor que impartía la asignatura durante el año en mi clase y, si por la relación que he tenido con la economía durante mi relativamente dilatada formación académica (sí, ya sé que no tengo cincuenta años, pero soy universitario, ¿no?), me han resultado algo infantiles sus conclusiones- no tanto por el contenido, sino por la forma de exposición que siempre parece tener la materia-, este libro ha rebasado con mucho los límites que había fijado como, a todas luces, rayanos en el escarnio. Y eso es ya un tema personal.
Sin entrar en detalles, pueden ver al gracioso barbudo (de esos que ganaron la revolución en Cuba) ilustrar en la materia.
Quizá fuera suficiente con ese moñaco. El mismo adjunto que Don Cándido nos ha dejado en el aula para vigilar y controlar las almas corruptas de los que siquiera se plantean copiar. Cuánto descarado hay en la vida, de verdad.
Fotografías: Uno de ellos es el barbudo explicando, y el que no es barbudo soy yo, pensando en cómo resolver el enigma planteado en la imagen anterior.
F.
Recuerden alejarse de sus cocineras. Su país les necesita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario