No me gusta la determinación. Los mecanismos funcionan, todo permanece en regla cuando los animales cumplen con su ciclo de la vida. Me asquea casi tanto como la relativización absoluta de todo. ¿Es que ya no queda nada importante? Naces, creces, haces cosas censurables y mueres. No hay arte, no hay verdad, tampoco mentira. Huyó la persecución de trascender la realidad material, el conjunto de códigos mutilados, las estructuras invisibles, la sintáctica de la vida. Ha muerto junto con la ilusión del romanticismo, el descontrol anárquico hippie y la pasión por perseguir un ideal de los jóvenes que todavía no han quedado infectados de ese mal de los descontentos, acomplejados, desencatados y desinteresados de todo y por todo. Científicos y conocedores del mundo, antropólogos, primatólogos, ya han hecho su comparativa propia del sinsentido de la existencia con la manida explicación de los instintos. En "El elogio de la mentira" Volker Sommer afirma el hecho de que a los hombres no nos gustan las mujeres gordas porque los genes nos advierten de que el exceso de grasa será malo para nuestra descendencia, igual que la delgadez extrema porque nuestros hijos no tendrán suficientes nutrientes. Millones de años de existencia para seguir como al principio. Además de eso, huelga decir que se mofa de todo aquello que es el arte (o al menos me da esa ligera impresión) con la siguiente frase: "La literatura tan sólo es un pasatiempo para la gente". Carámbanos. Sabrá mucho de simios, pero que se lo mire bien el el médico especializado en filoprimates. Que no estemos saciando nuestras necesidades físicas no quiere decir que estemos ocupando el tiempo con lo primero que encontramos a mano. Menos mal que no dijo nada de la música. Estoy seguro que para él constituye una forma de cortejo. El casto Vivaldi estaría removiéndose en su tumba.
Lo que decía: Millones de años de existencia y no hemos alcanzado a cubrir las necesidades primarias. Creía que Maslow en 1943 ya plantó las bases de la Teoría de la motivación humana. Por lo visto estaba equivocado. He omitido la interpretación de su diferencia entre sexos, véase ansias de exparcir la semilla/búsqueda de seguridad, cariño, bondad...
Hala, a reproducirse sanamente se ha dicho. Imagen: Por lo visto todo un literato y la pirámide de Maslow, por si acaso os interesa.
C.
C.
8 comentarios:
Nadie más utópico que yo, ni más embobadamente romántico, sin embargo cada vez creo más en la determinación de las cosas, de cuanto ocurre y de nuestras propias vidas, nada que ver con el destino sino con con algo tan simple como el gen de un primate.
Luchamos denodadamente para que ésto no sea así pero a cada esfuerzo nuestro por ordenar el universo se genera más desorden que nos aniquila.
También siento decirte que estoy de acuerdo con la apreciación de Sommer respecto a la literatura; sí, pienso que para mucha gente, no sé si la mayoría, es sobre todo un pasatiempo. Unos pocos son los qu se acercan al arte con verdedero afán creativo. Y esos pocos no son/somos suficientes para modificar las malditas teorías de la evolución de Darwin, en las que -dicho sea de paso- no acabo de creer porque como dije antes soy absurdamente tontaina.
Esta tarde leí un artículo en Muy Interesante sobre el fin de nuestra civilización. Está calculado para dentro de 10.000 años, con una fiabilidad -según el estudio- del 95%. O sea, mañana mismo (después de 200.000 años desde el hommo sapiens). Así que no dejes para mañana lo que puedas disfrutar hoy.
No, no estoy pesimista, ni siquiera triste, sólo extrañamente sereno. Y no me gusta estar así, prefiero subir y derrumbarme y volver a subir aunque no sirva de nada. Ale, voy a darme un voltio y tomarme dos gintonics sin tónica.
Taluego Perseguidor de Soles!
(ah, fabulosa la película de Amenábar que has dejado recomendda, Abre los ojos. posteriormente pude ver su versión en inglés y fue decepcionante. Ves? Todo es muy relativo y todo depende de la manera en que se hace y del cariño que pongamos en cada gesto de nuestra vida)
Jeje, vaya es curioso que la literatura sea algo tan insignificante...mmm, una mera afición que simplemente nos ha dado detalles del vivir de las sociedades de cada tiempo y, en ocasiones, de hacer mas llevadera la existencia en momentos dificiles. Pero no, parece que simplemente el hombre escribe cuando ya lo tiene todo solucionado y deja testimonio de su huella (alterada o no)porque se aburre de vivir tan bien en una guerra o ser parte de una crisis que acaba con sus intereses, ejem...
La verdad es que parece que por mucho que nos empeñemos jamas podremos ocultar nuestros rasgos primitivos, quizas deberiamos habernos quedado colgados de los árboles con nuestras necesidades primarias.
Lindorrio, pibe!!!
Emmm... bueno, para resumir mi espíritu en una frase, y advierto antes de que la gente siga leyendo de la escasa corrección política de lo que voy a decir...
Veeenga, en serio, humanidad, tiempo muerto. Vamos a ver. ¿Qué significa eso de que somos seres determinados? En el mundo tienes tantas posibilidades como elecciones, ¡no estamos determinados! Supongo que puedes calcular las probabilidades de que un individuo se incline por una opción u otra en ciertas situaciones, pero pretender que nada puede pillarte desprevenido porque todo está determinado es... ¡demencial!
Veamos. Puedes meter a cien mil personas en una gimcana de experimentos sociológicos, y decirles: tenéis que decirle "hola" a todo el que os crucéis hoy. Si tienes los datos psicológicos de cada una de esas personas, tal vez puedas estimar si, si no, a quién y cuándo dirán "hola" los miembros de tu experimento. Predecirlo (que es acertar en todos los casos, con una certeza absoluta, con la máxima de las perfecciones) es imposible; la pretensión del determinismo reside en decir que "con una probabilidad del 94%, usted comerá hoy alguna patata", y creer que, realmente, noventa y cuatro de cada cien individuos que lean la frase, se comerán una patata. ¡Es imposible! ¡Absurdo! ¿Es muy probable? Sí. ¿Es posible? Sin duda, claro, nunca lo negaría. ¿Es seguro? No. Ni de coña.
El determinismo suprime toda posibilidad de elección, y pretende hacerlo mediante la más malinterpretada de las disciplinas del saber moderno: la estadística. Indudablemente útil, sí, pero malinterpretada, al final, porque nunca acierta del todo. Casi nunca, al menos. Ningún estadista espera con sinceridad que sus cálculos se cumplan con exactitud (y no sólo porque, entonces, habría mucha gente fraccionaria; 1345123,45 personas votarían a tal partido, por ejemplo), ya que el cálculo estadístico, fundamento clásico esgrimido por el determinismo para afirmar que el ser humano puede ser calculado, previsto y manejado a placer, no es sólo inexacto: es exacto sólo por casualidad.
Y, al final, resulta que el ser humano es un tanto tonto, lo reconozco, tanto si es predecible como si no. Cualquiera diría que la pirámide de Maslow estaría bien construida y fundamentada, pero siempre hay individuos que ponen antes sus ideales que ciertas necesidades básicas (fisiológicas, biológicas, llámalas como quieras) mientras pueden. Por poner un ejemplo.
Aún y todo, no quiero dar por cerrado este asunto sin mencionar dos detalles: el primero, dirigido a Jesu. Sí, todo eso que dices me parece respetable, e incluso aceptable. Pero lo que Sommer dice sobre la literatura, con mis condolencias a su posible viuda y posibles huérfanos, delata que este hombre tiene encefalograma plano. Quienes escriben disfrutan la literatura. Quienes crean contradicen el determinismo. Y, si el determinismo no se aplica a quienes crean, es porque no existe.
Y, en segundo lugar, un detalle técnico. Muchos científicos (y físicos teóricos) empiezan a plantearse con seriedad la posibilidad de que el estado cuántico de las cosas si admita la libertad de elección, la imposibilidad de predecir con exactitud que persigue el determinismo. Sí podemos prevenir con cierta certidumbre ciertas cosas. Predecir... no. Caos cuántico y decisión, damas y caballeros.
¿Debería leer ese libro, Car? ¿Me lo recomiendas?
Javier López, Médicos Contra el Determinismo.
Amigo Javier, no quisiera parecer que defiendo ciegamente el determinismo cuando mi filosofía de la vida es precisamente (Carlos lo sabe bien) intentar cambiarlo todo, como buen filósofo, luchar hasta el último suspiro en cada situación, aunque sea casi imposible, siempre hay una pequeña parcela que es nuestra, o casi siempre.
Pero conociendo la realidad. Desde niño me pregunté qué influye más en el ser humano, si lo genético o lo social o aprendido. Creo que ambas cosas, quizá en un 50%, pero si me apuras pienso que en un mayor grado nos infliuye o determina todo lo anterior, el 'a priori' con el cargamos y las circunstancias con las que nos encontramos en nuestra vida ('yo y mi circunstancia').
Creo que eres médico o estudias medicina, sabrás entonces mucho más que yo de algún ejemplo que voy a citar. Quines tenemos una dichosa tendencia depresiva nos pasamos la vida elucubrando si tal cosa la hemos hecho bien o mal, dándole vueltas a todo y realizando un esfuerzo sobrehumano por estar contentos. Cuando en realidad, el problema principal sea una insignificante variación en los niveles de serotonina o dopamina o vete tú a saber qué en nuestro cerebro, así de sencillo. Y ello determina. A Pepito Pérez no le pasa y no le determina, él vivirá más feliz.
Quizá Peipito Pérez sea familiar de una víctima del avión de Spanair. Éso le va a determinar el resto de su vida. Intentará (elegirá) ser feliz, porque es libre, como tú dices, y quiere ser feliz, como yo, como todos, pero le costará mucho más.
Sí, somos libres, tenemos la capacidad de elección, éso parece, porque poseemos un aceptable nivel de desarrollo mental (importante comparado con una hormiga, insignificante si lo comparásemos con un ser superior que nos visite un día, aunque no creo que ello ocurra porque no creo en la vida inteligente exterior, ésta nuestra es tan rara e improbable que me parece casi imposible que exista dos veces algo semejante), somos libres, decía, podemos elegir, pero elegir entre un grupo de posibilidades que se nos dan hechas, preparadas como en un pack.
Ciertamente creo que me estoy planteando la verdadera naturaleza de la libertad humana y su capacidad de elección y decisión personal y ello me preocupa, jaja. No sé, igual he entrado en una nueva etapa, oh dios mío.
Los creadores literarios o artísticos o cualquier persona que intente hacer algo nuevo por su cuenta sí están luchando contra el determinismo, tienes razón y éso es maravilloso, éso me mueve y me fascina.
Pero lo que decía es que no son la mayoría. Y la mayoría es la que impone las leyes de la evolución. No criticaré a los devoradores de libros, yo que soy un lector inculto que apenas lee lo que de verdad le gusta y le interesa, pero pienso (así me lo dicen!) que una buena parte de ellos no buscan literatura, sino... no aburrirse pensando. Y ellos ganarán mientras nosotros sequiremos creyendo que podemos cambiar el mundo. Y yo lo seguiré hacendo, no lo dudes, aunque te esté soltando esta parrafada, yo cambio el mundo cada 5 minutos.
Ahhhhhhhhhhhhhh, cuidado con la estadística, que no suele fallar. Si el estudio que citas está bien hecho y te encuentras en el lote de los 94 que comerán hoy una patata, ten por casi seguro que te la comerás.
No quisiera parecer pesimista (pero me estoy cubriendo de gloria, no? jajaja), soy todo lo contrario, no sé si me estoy explicando correctamente. Un amigo mío me decía que 'a Jesu le das una patada y cree que es por su bien'.
Luchar, decidir, vivir, innovar, crear, siempre siempre siempre, con pasión, como el primer día, pero sabiendo lo que hay.
Me ha servido este debate para reflexionar sobre el verdadero sentido de la libertad humana.
Oh, Carlos, me canso de pensar. En el colegio me decían los Jesuitas (me hacían preguntas raras para ponerme en aprietos, jajaja, pero salía airoso, que se chinchen) que cómo es que el hombre es libre si no puede elegir qué es el bien y el mal, si éso ya les es dado. Pero sabiamente contestaban, según una teoría filosófica, que no tenían esa capacidad pero sí la de obrar según las normas del bien o del mal.
Evidentemente el bien y el mal son conceptos y no sirve el ejemplo, pero se parece a lo que argumento. Podemos elegir, con árduo trabajo, entre una amalgama de situaciones que nos influyen (eludo el término determinan).
Estoy de acuerdo con Borsha en que por mucho que nos empeñamos nos sale el instinto primitivo en los peores momentos, a veces en los cruciales o difíciles o sobre todo imprevistos, donde la cultura se va al garete, la mente se bloquea y sobrevivimos a base de instinto.
Javier/Alanthos, me gustaría contar con tus opiniones en nuestra modesta República, te invito a visitarla y a convertite en un ciudadano más, si quieres. Ve y dale un meneo (si te apetece).
http://republicavirtual.wordpress.com
Carlos, felicidades por iniciar debates interesantes. Espero no aburriros, seré breve. Me voy a ver los Fórmula 1, pero de lejos, jajaja, me conformo con oir los fffffiiiuuuummmmmmmmmmmmmmmmmmm!!!!
Pos vale, allá el primatólogo Sommer, sus elogios de la mentira y sus pretensiones de burlarse del arte y otras cosas más sin duda; es igual, yo seguiré creyendo en la mano y el cincel que esculpe piedras entre las olas bramantes. Un abrazo ya de vuelta.
Yo me quedaría con lo que has dicho sobre la influencia de las situaciones, iesu. La determinación nunca es completa si depende de nosotros obrar, al fin y al cabo. Tenemos incluso la capacidad de imponernos a cualquier norma lógica, generalidad, tendencia generalizada o inercia. Como dirían en el anuncio de Aquarius, el ser humano es imprevisible.
Patada en el culo a Sommer.
Quiero decir... No estoy de acuerdo con los alemanes calculadores. A ver si les ha afectado eso de beber tanta cerveza sin talento.
Bah... si la cerveza es buena, joer.
Ah si?, que bueno que te guste, aunque no sea de lo más agradable el que te la digan...espero no la uses mucho y si la usas...que sea de verdad, con ganas y sin arrpentirse. Saludos!
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