domingo, 10 de agosto de 2008

Miscelánea acomplejada

Hace no mucho tiempo las enfermedades eran consideradas las vueltas que en el supermercado te devuelve el señor Dios cuando no compras precisamente lo que es debido. Si fuera realmente así o yo hubiera caído en dicha disposición pseudo-convencional (y digo pseudo porque corresponde al ordenamiento divino) seguramente sería el más odiado en el Olimpo de los dioses, lo cual no es precisamente lo peor que le puede pasar a uno, al no haber caído en el olvido de sus designios. Algo así como haber comprado palomitas con azúcar o Coca-cola con sal.

Imagen: Lo que te sale en google images si pones palomitas y azúcar.
C.

1 comentario:

Alanthos dijo...

¡¡NOOOOOOOOOOARGHHHH!! ¡¡PALOMITAS NOOOOOOOO!!

*Muerte*


¿Estás satisfecho, Carlos, ahora que has provocado la muerte de mi amigo imaginario Chindasvint el Extravagante? Esta me la pagas.

Sí, iba en serio. Y sí, estoy como una cabra. Y también, tu hiperpost también es culpable. ¿Por qué? Porque el absurdo mata células cerebrales, Car. Mata a millones cada año. Y si yo te matara a ti, me meterían en la cárcel. ¿Es eso justicia? Por favor... no me hagas caerme de la silla.

OOOOuouooOUouOUUUOouOuwololooo...