miércoles, 31 de marzo de 2010

Spin Doctor

El término inglés Spin doctor no tiene una clara traducción al castellano. En esencia, consistiría en la evolución del término "asesor electoral" que se ha producido por las necesidades que se manifiestan en una nueva realidad donde prima más la forma de la comunicación que el contenido. Un Spin doctor es el encargado de mostrar "la mejor cara" del político al que asesora ante los ciudadanos-votantes y, por tanto, de sacar todo lo positivo de las facetas del mismo así como de sus iniciativas, opiniones, apariencia y pasado.

Tal vez se puede extraer de esta definición que su labor consiste en falsear o tergiversar la información política. Sin embargo, ¿quién no ha intentado siempre que piensen bien de uno mismo, que se extraiga lo mejor de lo que uno puede aportar con sus palabras, que se juzguen benévolamente sus actos, al menos en primera instancia? Si lo miramos con frialdad, la labor de un Spin doctor no es ni más ni menos que, entre otras cosas, la de eliminar los prejuicios que pudieran condicionar de entrada una decisión en el público.
De esta forma, este actor sería el elegido para ejercer las funciones de adaptar el mensaje político o comunicación pública- que tiene como objetivo informar de lo que se está llevando a cabo desde el Gobierno o la administración- a las condiciones que se establecen en la realidad mediática, y le da así al mensaje unas mayores probabilidades de que se asimile por el pueblo mediante una fácil digestión.

¿Qué es lo que entendemos entonces por un buen político? Si realizamos una distinción analítica de su actividad, podríamos decir que es aquél cuyas decisiones siempre, o en la mayoría de los casos, son acertadas. ¿Cuándo acierta el que vive de la política en materia de toma de medidas? Cuando éstas se presentan de forma que al público le parecen adecuadas, es decir, cuando se informan con la decisión de alguien que tiene las ideas claras y las disfraza de las múltiples perspectivas de forma que agraden a todo el mundo. El mejor político no es el mentiroso, sino el oportuno- que no oportunista-, no es el que sabe tomar decisiones- para eso también están los asesores-, sino el mejor informador y comunicador de todos ellos.

Ésa es una de las razones por las que un político adquiere renombre y puede imponerse a sus colegas para alcanzar la presidencia.

4 comentarios:

I e s u dijo...

Yo suelo defender en términos filosóficos (filosofía del lenguaje, del conocimiento y estética)que la forma y el fondo vienen a ser la misma cosa.

Sería como un mensaje unitario, una idea, una pasión, algo que sentir y que compartir, algo que comunicar.

Como el envoltorio de un regalo o de un juguete. Si te atrapa, te gusta.

Sin embargo, hoy, no sé qué pensaría. El ser humano es tan complejo, tan difícil de entender y tan fantasmagórico a la hora de comunicarse... la información principal, la que de verdad cuenta, se queda guardada en un cofre (apasionante de descubrir, por otra parte).

Y si hablamos de política, es esencial llegar a ese epicentro de información, apartar todo lo que sobra y aprehender el trocito de verdad que se nos muestra, si es que queremos entendernos.

Huummmm, me ha gustado lo que he leído.

Un abrazo.

I e s u dijo...

Estaba pensando que lo que dije ayer se parece a lo de... el medio es el mensaje, de McLuhan. Pero yo no lo veo igual. De esta forma estamos diciendo que el mensaje está mediatizado totalmente, que hay como un mensaje no descifrado, que se mete en un embudo y lo vemos a través de él, como diría Kant con su a priori.

Lo que yo quiero decir es distinto, que la forma también es el fondo, la esencia. En una obra de arte se ve más claro.

Bueno, no lo lío más, que hoy no estoy pa pensar, que me han sacao sangre cuando habitualmente lo hago yo como buen vampiro.

Me preguntaste por el Cabanyal y ahora no sé si te referías al problema politico o a las chicas tendidas en la playa, oh dios mío...

Masles Roy dijo...

A todos nos gustaría ser más persuasivos =P pero la oratoria no puede ocultar una falta de ideas. Por muchos asesores que tengan los políticos ahora, no parece que resulten más convincentes que los de hace veinte años (que no contaban con equipos tan abultados).

Carlos Naval dijo...

Jajaja! Me refería al problema político Iesu!! En qué estás pensando tú, eh? jajajaja.

Por otro lado, sobre la forma y el fondo, estoy completamente de acuerdo en que constituyen un todo indisoluble. Por eso quería hacer incapié en que, en realidad, lo que hago es un ejercicio lógico a través de una "disección" analítica para acceder a la verdadera importancia que juega en política la comunicación, y de forma más notoria y concreta en el caso de los personajes que necesitan un Spin Doctor para explicarse.

En cuanto a Masles, es cierto que una total falta de ideas no puede ser escondida a través de la dialéctica. En realidad, uno al final se acaba dando cuenta de que sólo ha estado escuchando palabras deslabazadas, aunque a algunos les cueste más que a otros o necesiten más ayudas- lo digo por el público en general-. También es cierto que los políticos no transmiten un gran entusiasmo a sus objetivos, pero eso es, al menos en parte, a causa de la apatía política a la que empuja el propio proceso democrático. Si bien, yo creo que han avanzado cualitativamente en cuanto a la comunicación, aunque la mejora de un partido se ve compensada por la evolución, a su vez, del otro partido correspondiente.

Un saludo!!