sábado, 6 de junio de 2009

Distinción de la verdad en la Información en Internet

El hecho de constatar la diferencia entre la información cierta de la falsa constituye una importancia especial para el medio de Internet. La libertad característica de la red permite la exposición de todo tipo de información proveniente de cualquier persona que, desde la conexión al sistema, haya participado con la subida de cualquier tipo de enunciados. En cualquier medio se puede plantear la diferencia entre los aspectos de verdad o falsedad, o si queremos ir incluso más allá, de mentira.

El engaño en Internet tiene que ser combatido día a día por los que se valen de sus servicios para adquirir la información que necesitan y de cuya fiabilidad dependen en muchos casos. La dificultad de distinguir una de otra la entraña el complejo sistema de constatación del fundamento de las afirmaciones a través de otras tantas informaciones expuestas, lo cual puede ser muy trabajoso e incluso acabar llevando a una conclusión falsa. Los usuarios finalmente han desarrollado un propio sistema de información considerado legítimo frente a los engaños que ruedan por la red –que pueden tanto anunciar la muerte de un famoso como ofrecer datos de estadísticas erróneos o inventados-; éste consiste en acudir a las páginas consideradas con la suficiente seriedad y rigor como para acoger solamente información fiable y de calidad. Todas las páginas que sean de referencia quieren contar con esta distinción concedida por los usuarios, pero muchas veces depende de los buscadores el hecho de otorgar ese don.

Los buscadores en Internet son las páginas más visitadas a causa de que su trabajo consiste en ahorrarle el trabajo al usuario de pasar por alto todo lo superfluo o engañoso de la red. Valora, puntúa y posiciona al respecto de estos procesos a la página en cuestión en sus buscadores. Depende de los buscadores el prestigio de muchas páginas. Es, por tanto, la legitimidad la que está en manos de estos programas que otorgan el ansiado reconocimiento o condenan al ostracismo. Habría que preguntarse por lo correcto de este procedimiento que se acepta tan deliberadamente sin ningún tipo de planteamiento más allá de la lógica simplificadora que los trabajadores de Google o Yahoo utilicen para organizar jerárquicamente las páginas de información en Internet. Habría que preguntarse por el poder que se pone en las manos de las empresas que mueven los buscadores y qué supondrá esto para el futuro de Internet. Y si la libertad, tan característica y reconocida a este medio de comunicación resulta un cuchillo de doble filo que quita donde da y regala sólo lo que ya de antemano ha robado.

Uno más de los rasgos que habría que estudiar de Internet más allá de la comunicación llevada a cabo dentro de su sistema, sería lo que supone para las empresas participantes el control del esqueleto estructural invisible que lo compone. Algunas veces mucho más visible de lo que se supone.

3 comentarios:

I e s u dijo...

Es muy interesante este tema, Carlos. Te dejo una reflexión personal al respecto.

Sí, es cierto que hay que buscar la verdad en la información en Internet, pues podemos encontrar de todo. Pero el problema de fondo podría ser el miedo a la información libre.

A los médicos les fastidia mucho que la gente acuda a la visita habiendo consultado Internet y a toda hora te lo reprochan, recordándote que sólo ellos tienen el privilegio de saber más que tú. A los abogados, también. Y así, sucesivamente. Es como si la información fuera patrimonio de unos pocos. La información es poder, y el hecho de que sea libre y esté al alcance de cualquiera parece asustar, no es asimilado por todos de igual manera.

Quienes alertan de la desinformación o las mentiras en Internet suelen estar en la edad de piedra, se resisten a todo cambio e idolatran ciegamente las mentiras encuadernadas en papel, y justifican su actuación con todas ellas, que son tantas o muchas más que las otras y con ellas hemos crecido y sobrevivido, porque hasta de las mentiras se aprende.

Creo que hay que saber discernir y diferenciar, como bien dices, pero no tener miedo a la libre informacón, a toparnos con cualquier opinión, ni siquiera a enfrentarnos a verdades a medias, mentiras o desinformaciones que, en el camino por la búqueda de la sabiduría pueden incluso ayudarnos a elaborar métodos eficaces de razonamiento y estimularnos a pensar por nosotros mismos.

No sé, qué te parece a ti...

Un abrazo, Carlos!

Carlos Naval dijo...

Estoy de acuerdo! En realidad este texto pertenece a un trabajo sobre el sistema mediático de Internet y es una de las conclusiones que extraje. También hice referencia a los intentos de control que resultan muchas veces inútiles ante la genuina libertad de este medio. Y quien niegue este valor esencial, como tú bien dices, no sabe lo que es Internet o sigue anclado en los antiguos modelos de control informativo y de filtrado de calidad que tantas y tantas cosas se deja en la lógica simplificada de su selección.

La desinformación no ha sido, para mí por lo menos, un proceso que pertenezca al desarrollo de Internet. Era la saturación del perspectivismo que tanta rienda suelta daba a la interpretación de los datos, que hacía que su adquisición y recolección fuese en muchos de los casos inútil y en último término indiferente. El nuevo modelo en red de intercomunicación desplega una realidad que nunca antes pudo ser soñada, por tanto estamos hablando de nuevos procesos que los especialistas o los reticentes intentan meter y encajar en sus estructuras conocidas. Por lo que tú dices, por miedo. Internet es libertad. Eso tiene que dar canguelo hasta el infinito a muchos intelectuales de librillo o memorizadores de los cojones.

Pero al final, incluso la libertad también en parte se vuelve en contra de los que la utilizan, como siempre sucede y sucederá. Creo que, el hecho de que alguien pueda informarse por su cuenta es la revolución que ha de cambiar a la sociedad tarde o temprano, pero también la vuelve gilipollas con respecto a su aparente saber superficial. No hay que hacer un mal uso de la información de la que ahora se dispone, y cuando hablas con algún imbécil que se pega todo el día en Internet leyendo sin parar te das cuenta de las limitaciones del conocimiento rápido, sin reflexión, dejándose atrás que lo que de verdad importa no es leerse un resumen de Oliver Twist, sino disfrutarlo tú mismo.

Jajajaja! Bueno, después de todo esto, ves que en lo general estoy de acuerdo contigo... un abrazo Iesu!

I e s u dijo...

Sí, estamos de acuerdo en lo básico, o casi en todo.

Me encanta conocer conceptos nuevos que vosotros manejáis ahora mismo, como lo que dices del 'filtrado de calidad'.

Muy interesante tu alerta en torno al peligro del 'saber superficial' en Internet.

Y que lo que importa no es empaparse textos, electrónicos o no, sino vivirlos.

Suerte en los exámenes! Sabes que yo también tengo! Sí, no sé si os sirve de consuelo o de pesadilla, pero ésto de examinarse no se acaba nunca, siempre hay por una causa u otra.

¿No te gustaría vivir sin la sensación de examinarte cada día? A mí sí.

Mañana lunes, jo, menos mal que me gustan los lunes...