El terrorismo y la violencia de género o la pederastia son ámbitos ante los que la opinión pública responde con una sensibilidad mayor respecto de otros conflictos sociales. Por esa misma razón, se muestra una repulsa total ante la más mínima sospecha de que se esté dando cualquiera de los casos citados, hasta el punto de que existen colectivos y asociaciones especialmente sensibilizados que se dejan empujar por la histeria y la sinrazón que condenan la sospecha como si ésa fuera la prueba máxima de su culpabilidad.
En el caso concreto del ‘Euskaldunon Egunkaria’- un diario publicado en euskera que fue clausurado por el juez Juan del Olmo en 2001 por su presunta integración con ETA y ante el que la fiscalía no presentó ninguna prueba-, el ámbito informativo es el del terrorismo, y las acusaciones que intentan sostenerse sin ningún fundamento y que rechazan la realidad que emana de las investigaciones de las autoridades acerca de la ausencia de relación entre el medio y la banda terrorista ETA, las defienden la AVT (Asociación de Víctimas del Terrorismo) y Dignidad y Justicia. El problema, en mi opinión, no es el de que una asociación tan sensibilizada con la tema, como lo es un colectivo de víctimas, repruebe a todo aquél que puedan poner en el punto de mira de las sospechas- aunque se hagan sin pruebas, como es el caso-. De hecho, y a pesar de pueda parecer un tópico, no creo que sea descabellado pensar que la pérdida de un ser querido puede llegar a sustituir la calma por el dolor y la lógica por el deseo de venganza. Por esa razón, no hay que mesarse los cabellos cuando vemos a la AVT pedir penas de 14 años contra inocentes, sino que debemos de rasgarnos las vestiduras cuando un juez como Juan Del Olmo se deja contagiar por la histeria colectiva y condena a un medio de información como si se tratara de una empresa cualquiera con una pena que se impone a cualquier habilitación constitucional directa o norma legal que la autorice.
¿Qué ha permitido que se cierre un medio durante 7 años sin ningún tipo de prueba que lo relacione con la banda terrorista? La preocupación y sensibilidad social asimilada por las instituciones del ordenamiento jurídico de este país.
No nos olvidemos, por otra parte, de que la conciencia ante un tema tan delicado como puede ser el terrorismo, es muy importante. Un tema especial requiere un tratamiento especial, y así está recogido en las legislación española. Por esa misma razón, y a causa de que las consecuencias jurídicas no son las mismas que las que se disponen para un delito “normal”, el cuidado y el rigor con los que se tienen que trabajar sobre dicho supuesto deben de ser también especiales, para no llevar a engaño o alimentar aún más la preocupación social. De esta forma, la justicia española se evitará obtener la fama que ha logrado el periodismo- diría que mundial- acerca de crear una noticia de donde no hay realmente nada de nada.
1 comentario:
Muy interesante la argumentación!
Y hoy, hasta qué punto estamos viviendo una histeria política compartida, donde los personajes parecen haber salido de su guión habitual.
¿O será mejor actuar sin guión?
Hummm, no sé...
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