martes, 16 de febrero de 2010

La desmitificación del PSOE

La Opinión Pública no ha evolucionado. Así es como yo lo veo al leer cada mañana la prensa. Pasarán cientos y cientos de miles de años sin que lo haga. Es bien cierto que la creatividad del ser humano es ilimitada- así lo decía ya Chomsky-, pero no lo es la creación. Si hablo en estos términos pesimistas es porque me importa, porque aspiro a ser un adalid que vive de su pluma y su espada. Por eso creo que hay un rasgo definitorio que marca la diferencia en esta labor.


¿Pero cuál?¿Por qué un argumento puede llegar algo más que una opinión? La justicia la da el raciocinio, la trascendencia que se extrae del análisis. No consiste simplemente en alimentar nuestras certidumbres. Muchos periodistas- de la talla de Pérez-Reverte- se empecinan en engendrar monstruos de ese modo. Hay que realizar una mirada con perspectiva y mantener la calma y la tranquilidad suficiente como para que los árboles del bosque que descubrimos no se tapen unos a otros y no nos dejen ver la luz del Sol. Esta reflexión la hago sobre el PSOE porque estoy cansado de leer las mismas falacias sustentadas en los mismos engaños:


- EL PSOE. UN PARTIDO SOCIALISTA: El marco cognitivo es una inveción relativamente reciente por la que una idea queda relacionada con algo y a través de ese algo se evoca en nuestra mente. Todo lo que no se ajusta a dicho marco, se rechaza en la mayoría de los casos. Para evitar no caer en un círculo vicioso que retroalimente nuestros errores hay que luchar contra el marco- a no ser que se prefiera convivir con este lastre cognitivo a sabiendas-. Por eso sugeriría a todos aquellos que relacionan el socialismo del siglo XX con su homónimo del XIX que revisen los últimos años de historia. El nuevo socialismo político está fundamentado en las nuevas corrientes socialdemócratas que sobrevivieron al pánico anticomunista en Alemania. Es el SPD de Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schröder el que sentó las bases de la política de intervención moderada del Estado que no perseguía la igualdad, sino la implantación de políticas sociales que ayudasen a las clases más desfavorecidas y favoreciesen a toda la nación en su conjunto al hacerlo. De esta forma, llegado el Estado de Bienestar, todos los partidos ofrecían políticas sociales, en menor o mayor grado, uniformizando la oferta política. En España, el PSOE es el representante de esta socialdemocracia. De hecho, ni siquiera por la crisis ha recortado el presupuesto de su política social, es hace hará una semana cuando ha anunciado que va a tener que hacerlo.


- EL ASCENSO DE ZAPATERO A LA PRESIDENCIA: Algunos no han digerido todavía lo que ocurrió contra todo pronóstico y con motivo del terrible atentado del 11-M. Ya es hora de hacerse a la idea de que así fue, pues se ratificó en las últimas elecciones generales también, afianzando el apoyo popular a su política. Es cierto que las últimas encuestas están decantando la balanza hacia el PP, pero eso no niega nada de lo anteriormente dicho.


- LA CRISIS ECONÓMICA: La crisis financiera ha llegado a España como una extensión de la crisis internacional, de resultas del trapicheo de unas cuantas compañías financieras- apréciese el caso griego y español. En el sistema económico en el que hoy vivimos se maneja más dinero del que existe y en algún momento la estructura se desmorona por efecto dominó- Keynes, a pesar de defender que el capitalismo era ideal, ya hablaba de las crisis estructurales hace muchos años-. El problema de nuestro país es que se la crisis financiera se ha unido con la crisis inmobiliaria, pero eso no es por la última legislatura de Zapatero ni mucho menos. El problema es el de la duda, el del 'zapping' legislativo bajo cualquier protesta, que da impresión de que las legislaciones no han sido meditadas- recordemos el caso de la Ley de Pensiones-, el de la oscuridad en la publicidad de la política adoptada, que es capaz de contentar tanto a los sindicatos como al mercado, por el miedo a afrontar una huelga general como sus predecesores. Ahora, en esta petición generalizada de liderazgo, ha terminado por recortar la política social para reducir el déficit- una posibilidad cuya posibilidad en su aplicación está bajo la confianza de Thomas Mayer economista jefe de Deutsche Bank, pero que va en contra de los principios de la inversión social. Pero la verdadera reactivación de la economía se produce cuando los ministros acuden a "acallar" las voces contra la economía española, lo que produce una instantánea respuesta en los organismos de valoración internacional- Moody's, etc.-. Lo que parece es que Campa y Salgado se han llevado a la crítica a golpe de talonario y que de esta forma funciona la economía mundial- ésta actividad ha conseguido colocar más de 12.000 millones de deuda en apenas tres días. La medida política más inteligente contra la crisis es la de cobrar tasas a los bancos, como bien intenta trasladar Zapatero a Obama; restituir el dinero que pertenece a los contribuyentes y que sólo ha servido para engrosar los ya cebados beneficios de muchos bancos.


- LA MEMORIA HISTÓRICA: Con la Ley de la Memoria Histórica, Zapatero cumplió con su programa electoral votado en las elecciones generales por todos los españoles. Lo propuso para recuperar la memoria que se olvidó en favor de la democracia naciente del llamado espíritu de la transición- alguno aún se jacta de decir que la Transición borró la historia española, es increíble-, de esta forma, hacía justicia a todas aquellas viudas de soldados republicanos, se juzgaba los crímenes de guerra que se debió de haber juzgado antes, etc. No creo que se consiga gran cosa con ello más allá de hacer justicia- para quien me vaya a preguntar-. La retirada de simbología franquista no pretende borrar la historia- como hizo Franco, quitando siglos y siglos de historia de los libros de educación- sino llevarla donde tenía que estar; a los museos.


- LA POLÍTICA NACIONALISTA: Como una persona que ama la libertad, no me considero ideológicamente unido a ningún tipo de nacionalismo, por eso veo como una pérdida de tiempo seguir desgastando la democracia de este país en debates nacionalistas, pero Zapatero finalmente ha conseguido encontrar lo que buscaban los nacionalismos, puesto que el PSOE llegó a las presidencias gallega- ahora en manos del PP-, vasca y catalana, unificando y facilitando las negociaciones. ¿A qué precio? Tal vez sea demasiado caro para algunos, puesto que se aumentaron los presupuestos de dichas comunidades autónomas que reclamaban más independecia en la administración de sus fondos- total, para que luego las CCAA echen la culpa al Gobierno central de todos los errores y se cuelguen las medallas que haya que colgarse-, pero no lo es el hecho de poner en la introducción de sus estatutos que son naciones, puesto que ya aparecía en la Constitución de 1.978 el hecho de que España era una integración de naciones- aunque no se especificara cuáles, claro está.


- POLÍTICA EXTERIOR: En este país tenemos el síndrome del post-imperialismo. Desde el siglo XIX España ha mantenido una política exterior que indica su deseo por participar desde un papel de importancia en lo que ocurre en el mundo. Si Aznar apoyó una guerra en contra de lo dispuesto por las Naciones Unidas o la UE fue por el tinte atlántico de sus afanes, Zapatero mantiene la ocupación de Afganistán en favor de la UE y no sólo de EEUU, con un tinte más europeísta. No defiendo ninguno de estos dos conflictos, a pesar de que uno de ellos se apoyara en contra de lo que deseaba la gran mayoría de la población, es decir, que hay matices. Así que me alegrará el día que llegue un argumento que no desprestigie la política exterior española si no tiene un sitio permamente justo a la derecha del líder mundial de turno, cosa que ni le beneficia a la larga a nuestro país, ni le corresponde.


No hablo del socialismo que debería de ser, ni defiendo al PSOE. Hablo de lo que, de hecho, es .

El Jardín del Edén

Aquí tenéis mi último relato, presentado a un concurso, por supuesto. Espero que os guste. Próximamente, una entrada con contenido político-informativo.


NOTAS DEL ÚLTIMO DÍA DEL DIARIO DE ROBERTO LAO: Paso a paso iba andando por la fina moqueta. Al arrastrar los pies sentía como si fueran barcos que me alejaban cada vez más del aire fresco de la calle. Atrás dejaba grupos de personas fumando, que hablaban alborotadamente como si realmente estuvieran a las puertas de una etapa adolescente. Hacia delante me topé con insaciables hambrientos abocinándose sobre cualquier cosa que osase aparecer por la superficie de la barra libre. Una vez volví el recodo que quedaba hasta llegar a la sala principal, me senté sin dejar caer la cámara de fotos, la grabadora digital, la libreta, los bolis, el maletín, otros muchos enseres y la dignidad. Para mis adentros pensé, grandes representantes de la sociedad del siglo XXI, los lugares a los que hay que acudir para saber realmente el significado y las consecuencias que nos depara el mañana. Las catedrales de nuestros tiempos, cité para mí mientras me sumía en una nube de tranquilidad que tanto sirve para estar despierto como para irse lejos de donde se esté.


LA COMISARÍA

- ¿Qué pretende decir?

Había traspasado la puerta, se había sentado en la silla estrecha y había colocado los codos sobre los bordes desgastados de una mesa que siempre debe de haber en todo lugar angustioso que se precie como tal. Rodríguez lo saludó con un, sabe qué hizo el día anterior, como si lo ignorara realmente, “qué hizo Él el día anterior”, como si pudiera siquiera creer que Ernesto Cayaco no lo sospechaba ya antes de entrar. Es difícil confiar en el sistema cuando hay dolor de por medio y Cayaco era un tipo afligido, nihilista e introvertido.

La última vez que lo vio fue en la habitación-piso de Sara, bien lo sabía, ya que allí terminaba la historia, pero el día comenzaba en una cafetería del centro. Entre cafés con leche y otro tipo de bollería lo había notado tal vez un poco decaído, pero nada del otro mundo. Siempre hablaba cayéndole las palabras a raudales, arrastrando rítmicamente las cadencias, dándole a la rutina el don que se da a las partes que componen un poema. Esta vez no fue diferente. Luego se despidió para ir al trabajo, no sin antes acompañarlo hasta la esquina desde la que volvía andando, recorriendo el mismo camino que lo había dejado en esa calle tan oscura y tan clara. Por la tarde tenía que ir al Palacio de la Moncloa, sí. Efectivamente, él era periodista y estaba acreditado, decía mientras agitaba con la mano derecha las fotos de Zapatero y Jerzy Buzek.


DIARIO DE ROBERTO LAO: No pude evitar sonreír, como tantas otras veces hago ante situaciones que más bien merecen una mueca. Las cosas importantes no hay que tomárselas tan en serio. El periodismo, por fortuna, es un engañabobos más de todos los engañabobos que existen. Supongo que las universidades en realidad son la sustentación del mito de la profesión, los justificadores de un gasto desproporcionado en sus matrículas de especulación educativa. Nada es tanto como parece y todo se ve mucho más exagerado cuando se ve desde la misma perspectiva donde se incide en el estudio de la materia. Gatekeeper; cuántas veces habré oído esa palabra identificada con los medios como si realmente tuviera el significado que se le da. He visto al Presidente del Gobierno y nada ha cambiado. Uno de los buitres de feria y otro consumidor de humos pasivo se habían repartido tácitamente el tiempo para preguntarle a Zapatero que si Haidar iba a ser salvada o que si los del atunero Alakrana estaban ya sanos y salvos. Ésas serán las próximas claves de la política exterior española del 2.009 sino lo son ya de toda la primera década de los años 0. Lo concreto ha pasado de no ser nada a influir en el pan que hoy comemos,- Nota médica: ¿posible referencia a la religión- la razón ha quedado privada de su sensibilidad y vagabundea de hito en hito de vacaciones en playas de arenas blancas.


NOTA DEL MÉDICO

“En playas de arenas blancas, de palmeras retorcidas, de aguas cristalinas. En caminos sinuosos entre la maleza, en cañas de bambú y sonidos misteriosos”, decía encontrarse. El paciente 103.301 sufría en su infancia una especie de accesos alucinógenos durante estados conscientes. En ellos, tenía el acceso recurrente de tenerse a sí mismo como alguien más que componía su vida, hablando en tercera persona. Lo recuerdo sentado en mi diván describiendo con total claridad esos parajes extravagantes y veía en su frente la sinceridad de un niño, de la que tanto dudo. Posaba sus ojos tan intensamente en mí que no podré decir jamás que creyera por un momento en que fuera realmente ciego. ¿Cómo iba a serlo? Se movía desde el primer momento con un desparpajo poco común en todos aquellos invidentes que entran por primera vez en una habitación. ¿Cómo podía serlo? Pero usted me ha pedido que le facilite todo lo que pueda decirle de él. A partir de la mayoría de edad dejó de tener obligación de acudir a mi consulta, pero yo continué mis propias pesquisas. Comenzó a ir de forma nocturna a un club decadente de pseudo-aspirantes a poetas en la calle …, aunque dejó de lado su posible futuro literario- dada su elevada capacidad de imaginación y creatividad que le permitían convertir su mundo de sombras en un universo de ficción- y comenzó a trabajar en un medio digital de prensa que tenía su sede cerca de la Castellana. Qué extraño que los que tienen sueños y aspiraciones acaben en empleos sin futuro. Siempre se hacía llamar…


COMISARÍA: ¿Aquiles? Pues claro que tiene que preguntarme a mí. A mí y a todo el mundo, pero ninguno podrá decirle dónde está, y se lo digo yo, que lo conozco mejor que nadie. Antes de entregarse estará años respondiendo de sus propias deudas y principios éticos. Lo que sí puedo decirle es dónde lo encontré y qué hizo. Me acuerdo de los tres puntos negros de la placa de la calle donde lo esperaba, estaba radiante, como siempre, y contento; aunque cuando le pregunté por cómo le había ido el día, sus ojos se volvieron sombríos como dos brasas moribundas y comenzó a decir cosas dignas de un demente como él es. ¿Que dónde íbamos? A la reunión del Jardín del Edén en el piso de Sara, por supuesto, como todos los viernes. Estábamos todos: Les-Paul, Bényamin, Cayaco, Aquiles, Laura y yo. Todos menos Sara, claro. Ella entraría después, como usted sabe… Por cierto... si de algo les sirviera todo esto, espero que puedan decirme por qué quiso matarlo así sin más.


DIARIO DE ROBERTO LAO: Aquiles y Sara era una historia de muy atrás. Una vez, pensando en el ruido de las olas, notando la arena suave bajo las palmas, apareció una luz más que no era la del Sol. Aquiles tuvo que levantar la mano y taparse para poder ver lo más hermoso que había visto en el mundo. Sintió su presencia desde el primer momento en que ella se puso de pié ante él mirándolo con curiosidad. Estaba sonriendo ensimismada y sorprendida, su piel brillaba a contra luz y cada minúsculo vello se difuminaba convirtiendo su rostro en un halo de deliciosa divinidad. Una falda corta, unos calcetines altos, una blusa blanca, una cartera cogida entre los brazos y apretada contra el pecho. Todo eso podía recordar y recuerdo, como si fuera ahora mismo. Aún me derrito cuando me doy cuenta de que me coge la mano, de que me saluda desde lejos, de que ansía rozar mis labios. Pero cómo puedo saber si se trata de una historia de amor. Entonces era fácil, sólo necesitaba que fuera algo diferente para mi mundo. Es tan bonito amar y entregarse a darle todo a una persona cuando te sientes tan feliz. Pero yo soy un romántico, vivo de los sentimientos y estudio cuidadosamente todos sus resquicios y estímulos. Me gusta tanto apreciar la vida y la risa como abandonarme al desprecio y la soledad. No. No es amor lo que siento, aunque perseguir algo tan parecido es lo que me cuesta tanto hastío. Nunca estaremos juntos de verdad y siempre evito unirme totalmente a ella hasta más allá de donde no podamos volver ninguno de los dos. No hay nada tan concreto como la vida misma aunque decirlo sea caer en una gran generalidad. Me pregunto cómo terminará esta historia al final y qué será de Aquiles y Sara si no hay amor. ¿Lo sustituirá entonces algún otro sentimiento?


EL MÉDICO: Pero vea, vea cómo escribía. ¿No le parece impresionante? Se quedó ciego con el primer contacto de su retina con el mundo. Es ciego de nacimiento y, sin embargo, escribe a las mil maravillas en el diario que usted me muestra. Inhóspito, sin lugar a dudas, aunque no por ello imposible, como es evidente. Antes de marcharse inspector, y sin ánimo de meter las narices donde no me llaman, ¿podría decirme qué es exactamente lo que ocurrió en el lugar de los hechos cuando llegó Aquiles?, ¿que si no lo sabía? Pues claro que no. Ya le he dicho que inicié mis pesquisas en cuanto a lo referente del futuro del paciente 103.301, pero en nada más allá de lo que fuera de fácil acceso para cualquiera que pusiera el más mínimo empeño en ello. Todo lo que ha llegado a mis oídos son suposiciones, opiniones y otras propalaciones no menos prescindibles.

Su voz emanó como de las profundidades de la tierra, rascando su garganta, quebrada, oscura y lenta. El inspector era más bien callado y por esa misma razón creaba un ambiente de silencio a su alrededor en cuanto abría la boca para decir algo.

- Según nuestros testigos… el tal Roberto Lao llegaba a las veintiuna treinta a la esquina que hace la calle … con la Plaza de Ópera. Allí lo esperaba su amigo Hedeón, que lo llevó derecho al piso donde se reunía “El Jardín del Edén”, una especie de espontánea congregación de interesados en el mundo de la literatura, la ética y la filosofía en general; es todo lo que pude deducir de los testimonios de algunos de los que allí se reunían también esa noche. En la sala estarían todos los habituales menos la propietaria del piso, Sara; o al menos eso pensaban los que estaban reunidos. Ella tenía supuestamente un plan de asesinato para esa misma noche. Mientras todos conversaban tranquilamente, Sara entró por la puerta y disparó hacia el tal Roberto Lao con intención de matarlo. Después de tantos años de trabajo sé diferenciar la labor de un asesino de la de un desquiciado, y sin duda éste debe de ser más parecido al segundo de los casos, porque la asesina erró el tiro con tan mala fortuna que dio al benjamín, y nunca mejor dicho, de la sala. Bényamin recibió el disparo en el pecho y murió antes de que llegase la policía o la ambulancia. El chaval era un menor huérfano que frecuentaba esas amistades acompañado de su pareja sentimental Laura, presente allí en el momento de los hechos. Antes de darse cuenta de lo ocurrido, la homicida accidental del joven y asesina en tentativa de Roberto se suicidó con la misma arma con la que había disparado antes de que nadie pudiera siquiera reaccionar ante la situación. Cuando llegó la policía al lugar de los hechos debían de ser las veintiuna cuarenta y cinco. Para entonces ya no estaba el tal Roberto Lao, alias Aquiles, que se había fugado sin motivos aparentes.

- ¡Joder Rodríguez! ¡Menuda tragedia! Me ha dejado usted sin saber qué decir.

Se hizo el silencio. El inspector ni siquiera se movía mientras el Comisario estaba removiéndose inquieto revolviendo papeles.

- ¿Y por qué ha sido? ¿Celos?

Una pausa más.

- Por lo que he podido averiguar, consistía más o menos en que él no estaba enamorado de ella y ella no aguantó más y quiso acabar con todo por desesperación.

- La peor arma del mundo es una mujer enamorada, ¿eh inspector? Dios mío, parece mentira que uno sea capaz de hacer tantas cosas por amor. Es tanto más fácil ser feliz con las pequeñas cosas… En fin. ¿Ha averiguado el paradero del ciego?

Los silencios se extendían como las manchas en una pared con humedad.

- No, señor.

- ¿Y tiene idea de por qué ha desaparecido?

- Ni la más mínima idea, señor.

- Bien, bien… retírese. No se olvide de pasarme el informe escrito a primera hora de la mañana para cerrar el caso.

Rodríguez se marchó cerrando la puerta con delicadeza y sin hacer ruido tras de sí.

Ya en el bar se sentó tranquilamente, le pusieron un whisky seco y se encendió lentamente un cigarrillo que sujetó entre los labios sin fumar. Tenía en la muñeca un reloj de cuero ajado, puesta una gabardina fina que apenas abrigaba, sobre los hombros una bufanda marrón claro que no le tapaba la garganta. Si alguien lo hubiera visto desde lejos hubiera supuesto de que se trataba de un tipo solitario que había olvidado lo que se sentía al tener contacto con un ser humano. Ni por un momento estaba preocupado o hacía algo fuera de lo habitual. Sentarse en el bar y no fumar y no beber entraba dentro de lo normal para alguien como él. En su cara no se reflejaba la duda, la preocupación, el cansancio por un día de trabajo tan duro, la melancolía, el miedo, la tristeza, la felicidad. Su rostro no mostraba nada de nada. Sus ojos estaban dirigidos hacia delante, pero no se fijaban en nada. Quién se atrevería a decir que siempre había sido así. Era un policía recto y justo, impasible e incompasivo. Ése era el tipo de inspector que necesitaba la policía pero que nadie podía soportar durante mucho rato. Realmente era una fuerza del orden objetiva e imparcial.

Pasó el tiempo, se consumió el cigarrillo hasta quemarle, así que se lo apartó y encendió otro. Entonces sucedió. Acababa de abrirse la puerta y entraba en el bar un tipo alto. Era Hedeón, el que había entrevistado esa misma mañana. Rastreó el bar con su mirada y lo encontró. Se sentó frente a él con el cuerpo bañado en sudor. Evidentemente lo estaba buscando.

- Inspector, por fin lo encuentro. Alguien ha creído ver a Aquiles hace no mucho por entre los árboles de Casa de Campo.

Rodríguez lo miraba como alguien que hubiera sido ajeno a todo lo ocurrido, con los ojos rojos entre el hilo de humo que caía desde su boca hasta el techo.

- ¿Y qué? Ahora será un vagabundo triste que vivirá pidiendo a la gente. Como cualquier desgraciado más de este mundo.

- ¿Pero no lo andaba buscando antes?

El policía se inclinó de hombros y sacudió la ceniza del cigarrillo sin llegar a echarlo en el cenicero que tenía delante y se imaginó que todo aquello no existía y que no estaba en ningún lugar en particular.


NOTAS DEL ÚLTIMO DÍA DEL DIARIO DE ROBERTO LAO: Qué bonito día hoy. Siento que llega a través de la ventana los rayos del Sol y que describen olas hacia mí. Se mezclan con el aire en una especie de remolino y hay mantas y blandas espumas de luz que la cuartean para que me acaricie el alma con tranquilidad. ¡Me encanta sentir el mundo a mi alrededor! A veces me fundo con él y consigo creer que se mueve a mi son y que mi cuerpo es sólo una prolongación del universo, como uno de aquellos árboles de la playa. Cada figura, temperatura o color consigue trastocarme por completo, y eso me gusta. Aunque fuera a morir ahora mismo sería feliz si un nuevo día amaneciese de esta forma. Qué bello es existir, qué bello es ser todo sentimiento y saber que nada importa más que todo esto. ¿Cuál es la mancha que puede destruir su pureza?