domingo, 18 de enero de 2009

The Bärds

La expresión del sentimiento humano es quizá en sí misma una razón de más para la vida. Es la belleza de la perspectiva sobre todo lo que existe y lo que no. La abstracción del análisis de las costumbres, que no sólo son acciones, sino componentes de un todo más Grande; una superestructura mental humana que viaja más allá de lo sensible.

De entre todas las cosas que permiten sacar de nosotros al Resto de personas el espíritu que Mueve nuestros días y tiñe la lente de la percepción está la literatura, la música, la pintura, el diseño, el cine... y de todos ellas me quedo con la Música a la vez que con todas las demás.
Me encanta la música. Mi hermano, Cristian, Dani y yo formamos un grupo que empezó con una iniciativa de hace muchos años atrás. Al principio sólo queríamos tocar. Nos encanta. Ahora queremos hacer música. Una combinación entre tradición y nuevas tendencias, como la generación de los años 20. Gente como Lorca, Aleixandre, que supieron apreciar las virtudes de su legado sin tener por ello que vivir en él o de él. El grupo se llama The Bärds y aún estamos limando las asperezas de un grupo novel, a pesar de llevar ya cuatro años.

Si alguien quiere echarle un vistazo, ahí dejo el enlace. Está colgada Excálibur, una canción que hemos grabado hace poco en la complutense como prueba para hacer una maqueta en febrero. ¡Espero que os guste!

viernes, 9 de enero de 2009

O eso es lo que dicen

Dicen que el recuerdo es el mejor de los regresos, que "al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver", que "todo pasa y todo queda". ¿Cuál es el afán que impulsa entonces hacia la creación de nuevos recuerdos sino que al quemar los puentes que te unen al pasado, ni ellos pueden perseguirte, ni tú echar atrás? He leído un libro que hace tiempo me pareció increíble y ayer me lo volvió a parecer. Deberíamos de plantearnos entonces si lo que dicen es lo que sienten unos en vez de nosotros mismos. Si la piel de la piel en la que nos metemos todas las mañanas no es sino un individuo que requiere de sus propias reglas y métodos para alcanzar el resultado a los problemas y las inquietudes. Siddhartha de Herman Hesse ya comprendió que nunca podría enseñarle el final del camino a su hijo porque él no había recorrido su senda.

Pero el inverso es el mismo. Me preguntaron una buena mañana de dónde era. Respondí que de Huesca, Aragón. Me dijeron que los de mi comunidad estamos muy orgullosos de serlo. Dije que era cierto, me sentía orgulloso. Pero también respondí que lo habría estado de haber nacido en cualquier otra parte del mundo. ¿Qué pasa con las identidades que se fijan a nosotros como el chicle a las suelas? ¿Acaso no nos impiden caminar, son un lastre, una marca de nuestro territorio que llevamos con nosotros mismos como si eso nos hiciera diferentes? Quisiera poder decir "no me siento extranjero en ningún lugar". ¿Puede que haya gente que se oponga a esto?

Efectivamente, y como todos sabemos, la hay. Recuerdo como en un foro en catalán le echaban en cara a un amigo mío de Aragón la desgracia de haber nacido al otro lado de la Frontera. Lo cierto es que odio los nacionalismos. Ni los comprendo, ni los comparto. Apelan a lo irracional del hombre, al sentimiento de pertenencia a algo diferente. Me recuerdan a esos desfiles nazis en los que se gritaba a favor de los días mejores de los del terruño, de la superioridad racial, étnica o cultural. Lo que entiendo es que un presidente español tenga que tratar a todos los ciudadanos de igual modo, pues es el presidente de todos, y el nuestro es un país donde las exigencias autonomistas de corte administrativo vienen muchas veces motivadas por sentimientos contrapuestos de funcionalidad y cercanía al pueblo llano, o bien victimismo algunas veces justificado y un afán de superioridad difícilmente comprensible.

Si creemos en el hombre y tenemos esperanza en un futuro mejor deberíamos de aparcar esas diferencias en pro del ser humano. Sólo seré enteramente feliz el día que conozca todos los idiomas y pueda viajar por todos los pueblos sin sentirme odiado o fuera de lugar; y sin embargo, Hoy en Día, todavía hay algunos que quieren matar por ideas que no alcanzan a ser tales en ningún caso. Supongo que nunca dejará de ser así.
Imágenes: Un hombre mayor con la bandera del pollo y una manifestación en Cataluña donde queman la foto de los reyes. Que conste que soy republicano, pero nunca he aceptado este tipo de actos de los que sólo son montadores de follones, nada más.

viernes, 2 de enero de 2009

Las cosas que mueven el Mundo

He pasado momentos extraños últimamente. He compartido junto a estas fechas tan importantes y tan felices descontroles físicos que me han llegado a asustar bastante. Cuando logras apartar de ti toda esa porquería física de estupideces orgánicas que muchas veces hace que todo penda de un hilo, llegas a comprender por qué están esos pequeños señores trajeados de blanco que se dedican a mantener toda la maquinaria en forma. Y puesto que ahora sólo hacen que mierda en el cine, ya que nos tragamos la única basura que se puede ir a disfrutar en un asiento cómodo en una pantalla lo suficientemente grande como para hacer soñar, y puesto que en realidad, el desarrollo y el final de las cosas viene planteado por la germinación de sus raíces, la exposición coherente de los principios, querría examinar cuáles son las cosas que mueven el mundo, si es que alguna vez las hubo, para comprender qué es lo que puede alejar un dolor inexistente, o tan sólo de este mundo tan delicado. Si me lo permiten, lo haré desde mi perspectiva. Para empezar, quizás debiera de aclarar un par de puntos al respecto de la misma: mis cosillas, que me parecen ineludibles a fin de comprender el resultado.

Lo primero es que la vida para mí nunca ha sido una conjunción de química y física. Los sentimientos no me parecen engaños ilusorios, ni siquiera reacciones bienintencionadas. Si no, lo mismo valdría ser amigo de cualquiera, hacer el amor con un perro, que escribir con falsos sentimientos hipócritas fingidos. La explicación de lo inexplicable muchas veces conduce ,a mi entender, a este error.

La libertad, la responsabilidad y la igualdad de condiciones y derechos para los seres humanos me parece tan básico que estoy en contra de las dictaduras, la monarquía y las estructuras capitalistas que perpetúan a los de siempre de donde nunca salieron. Asímismo, aquí incluyo el respeto a la naturaleza y los seres que la pueblan dentro de la responsabilidad como seres humanos de las generaciones futuras y de los valores de la dignidad, con todas sus consecuencias (basta de agotar el mundo, basta del maltrato animal).

La educación debería de ser el instrumento que llevara a la búsqueda individual interior. Al final lo único que conseguimos es perpetuar obligaciones durante cada vez más tiempo para obtener nada más que nada. Dónde están esos niños que al ser educados no necesitan de cárcel, como decía Pitágoras.


Son los sentimientos los que mueven el mundo, es la búsqueda hacia ellos la que impulsa adelante y los recursos que encuentra y utiliza en su camino el material que luego se considera el fin mismo. No nos engañemos. Sumar se empezó a hacer por una necesidad vanal. La existencia y la realidad están compuestas de tonterías mucho más importantes que la ciencia que las explica. Las instrucciones no son el microondas y ni siquiera nos importa que el nombre que tenemos no signifique nada en absoluto.

Un abrazo sincero a quien me haya escuchado.